Corea del Sur enfrentó el más devastador incendio forestal de su historia, que destruyó más de 33.000 hectáreas y dejó al menos 27 personas fallecidas. Las llamas han estado extendiéndose con rapidez por más de una semana en las áreas montañosas del sureste, lo que ha llevado a más de 37.000 individuos a evacuar sus residencias. El gobierno de Corea del Sur ha reforzado sus esfuerzos para controlar el fuego, mientras las condiciones climáticas secas, agravadas por el cambio climático, están complicando la situación.
Este fuego constituye el incendio forestal más grande en la historia del país, arrasando más de 33.000 hectáreas que han sido consumidas. El récord previo fue de 24. 000 hectáreas en un incendio que ocurrió en marzo del año 2000. En esta ocasión, los incendios forestales han dejado un camino de destrucción en una superficie equivalente a la mitad de Singapur, devastando templos históricos y viviendas en las áreas boscosas montañosas de la provincia de Gyeongsang del Norte.
La Sala de Control de Medidas de Seguridad y Desastres declaró el jueves que los incendios en las provincias de Gyeongsang del Norte y del Sur han producido, además de los 27 muertos, 32 heridos. De las muertes reportadas, 23 se registraron en Gyeongsang del Norte.
Los fuegos ya han afectado severamente lugares de gran relevancia histórica, como gran parte del templo Gounsa en Uiseong, que data del año 681. “Las estructuras y los vestigios que los monjes budistas han dejado durante 1. 300 años se han perdido”, afirmó Deungwoon, el director del templo de Gounsa.
La lluvia no parece ofrecer alivio. La agencia meteorológica ha pronosticado algo de lluvia para el suroeste, aunque se anticipa que las precipitaciones no superarán los cinco milímetros en la mayoría de las áreas afectadas, por lo que muchas localidades aún esperaban lluvia a media tarde.
«La cantidad de precipitaciones será mínima, por lo que no parece que vaya a ser muy útil para ayudar a combatir el incendio», comentó Lim Sang-seop, el ministro del Servicio Forestal de Corea, en una conferencia de prensa.
Los expertos sugieren que la inusual propagación del fuego, tanto en magnitud como en velocidad, está relacionada con el cambio climático. Las elevadas temperaturas, intensificadas por la influencia humana en el clima, han sumado a las ya secas condiciones estacionales, «transformando los áridos paisajes en un combustible riesgoso para incendios» en esa área, indicó en un reporte la organización Climate Central, un grupo independiente de científicos e investigadores.
Con información de france24.com
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