Casi uno de cada dos empleos podría verse impactado por la inteligencia artificial (IA), un sector que, según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), alcanzará un valor de 4,8 billones de dólares en menos de diez años.
La IA está revolucionando las economías al generar nuevas oportunidades, aunque también acarrea el riesgo de acentuar la desigualdad, según un reciente informe de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD). Este documento revela que hasta un 40% de los empleos a nivel mundial podrían verse afectados por la IA, lo que podría implicar aumentos en la productividad, pero también inquietudes respecto a la automatización y la consiguiente pérdida de puestos de trabajo.
Camboya se había propuesto eliminar todas las minas de su territorio para 2025, pero ha tenido que posponer su meta cinco años más, debido a la falta de financiamiento y al hallazgo de nuevas áreas minadas en su frontera con Tailandia.
Las economías avanzadas son las más vulnerables ante estos cambios, dado que una mayor proporción de sus empleos requiere habilidades cognitivas. Sin embargo, estas economías se encuentran en una mejor posición que las emergentes y de bajos ingresos para beneficiarse de las ventajas que ofrece la IA.
La ONU señala que la situación es similar en lo que respecta al impacto de la IA generativa. Este tipo de inteligencia artificial «podría ofrecer un mayor potencial para generar empleos que para automatizarlos, especialmente en los países de ingresos bajos y medios», indica el informe.
La UNCTAD advierte que los beneficios derivados de la automatización impulsada por la IA tienden a favorecer al capital, en detrimento de la mano de obra. Esto, a su vez, podría «incrementar la desigualdad y debilitar la competitividad de la mano de obra económica en las economías en desarrollo».
En un comunicado, Rebeca Grynspan, secretaria general de la UNCTAD, hace un llamado a una cooperación internacional más estrecha para «desplazar el enfoque de la tecnología hacia las personas«, permitiendo así que los países colabore en la creación de un marco mundial de inteligencia artificial que aproveche su potencial para el desarrollo sostenible.
«La historia nos ha enseñado que, si bien el avance tecnológico es un motor del crecimiento económico, por sí solo no garantiza una distribución equitativa de los ingresos ni promueve un desarrollo humano inclusivo», advierte el informe.
En 2023, las tecnologías avanzadas —como el Internet de las Cosas, blockchain, nanotecnologías y la IA— representaban un mercado de 2,5 billones de dólares, con proyecciones que indican que esta cifra se multiplicará por seis para alcanzar los 16,4 billones de dólares en 2033. Para ese año, se espera que la IA se convierta en el líder de este sector, superando al Internet de las Cosas y alcanzando un valor de 4,8 billones de dólares, una cifra comparable a la economía de Alemania.
El informe señala que es probable que los beneficios de la inteligencia artificial se concentren en un reducido número de economías. De hecho, un centenar de empresas, en su mayoría de Estados Unidos y China, representan el 40% del gasto global en investigación y desarrollo (I+D) por parte de las empresas.
Asimismo, destaca que Brasil, China, India y Filipinas destacan como los países en desarrollo más avanzados en preparación tecnológica.
La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) recuerda que la inteligencia artificial no solo tiene el potencial de sustituir puestos de trabajo, sino que también puede fomentar la creación de nuevas industrias y empoderar a los trabajadores.
«Es fundamental invertir en reciclaje, en la mejora de las cualificaciones y en la adaptación de la mano de obra para asegurar que la inteligencia artificial genere más oportunidades de empleo en lugar de eliminarlas», señala el comunicado.
Diversos actores, tanto a nivel europeo como internacional, están implicados en los esfuerzos por establecer una gobernanza para la inteligencia artificial. Sin embargo, la ONU lamenta la ausencia de muchos países, «la mayoría del Sur Global», en estas importantes discusiones.
«A medida que se desarrollan las regulaciones sobre inteligencia artificial y los marcos éticos, es crucial que los países en desarrollo tengan un lugar en la mesa para garantizar que la inteligencia artificial contribuya al progreso global y no solo a los intereses de unos pocos», afirma la UNCTAD.
Con información de |listindiario.com
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