Los cardenales comenzarán este martes su instalación en la residencia de Santa Marta y en otras dependencias del Vaticano, donde permanecerán aislados del mundo durante el cónclave hasta elegir al sucesor del papa Francisco.
La identidad del futuro pontífice es una gran incógnita tanto para los 1,400 millones de católicos como para el resto del mundo, especialmente tras el pontificado reformista del jesuita argentino, que ha suscitado un fervor popular así como divisiones dentro de la Iglesia.
«Existen varios perfiles y personalidades que podrían ser elegidas. Yo diría que al menos cinco o seis», afirmó el cardenal y arzobispo de Argel, Jean-Paul Vesco, en declaraciones al diario italiano Corriere della Sera.
El cónclave dará inicio oficialmente el miércoles. A partir de las 15:00 horas (13:00 GMT) de ese día, se cortarán las señales telefónicas en el interior del Vaticano para aislar a los cardenales de influencias externas, tal como anunció la Santa Sede.
Durante el cónclave, los «príncipes de la Iglesia» deberán permanecer desconectados, sin acceso a internet ni a medios de comunicación, y guardar estrictamente el secreto sobre todos los aspectos relacionados con la elección del nuevo sumo pontífice.
En la vecina plaza de San Pedro, miles de fieles estarán atentos a la chimenea situada en el tejado de la Capilla Sixtina, expectantes por la fumata blanca, que será la primera señal de la elección del 267º papa.
La elección de Benedicto XVI en 2005 y la de Francisco en 2013 tomaron dos días; sin embargo, muchos anticipan que esta vez podría llevar más tiempo, dado que es el cónclave más internacional de la historia, con cardenales provenientes de 70 países.
En total, 133 cardenales electores, todos menores de 80 años, participarán en la elección. La mayoría fue elevada a este rango durante el pontificado del primer papa latinoamericano.
El amplio número de participantes llevó a que la residencia de Santa Marta, donde suelen alojarse desde el cónclave de 2005, quedara pequeña, por lo que se habilitó un edificio vecino que habitualmente acoge a funcionarios vaticanos.
Antes de 2005, los cardenales se alojaban en habitaciones improvisadas en el Palacio Apostólico, con menos comodidades y escasos baños. Por ello, el papa Juan Pablo II decidió construir la actual residencia.
Santa Marta, donde también ha optado por vivir Francisco, ofrece habitaciones con baño privado y servicios similares a los de un hotel. La asignación de las habitaciones para los cardenales se realizó por sorteo.
Los purpurados podrán acceder a sus habitaciones desde este martes hasta la misa del miércoles en la basílica de San Pedro, que precederá al cónclave. Para entonces, deberán haber dejado sus teléfonos celulares a buen recaudo.
El personal que asistirá durante la elección —médicos, ascensoristas, personal de comedor y de limpieza, entre otros— también juró el lunes mantener el secreto sobre lo que ocurra, bajo pena de excomunión.
«¿Será él? «
Este martes, los cardenales se reunieron por última vez en una serie de encuentros preparatorios que han tenido lugar casi a diario desde el fallecimiento de Jorge Mario Bergoglio el 21 de abril. Durante estas reuniones, han abordado diversas cuestiones relacionadas con la Iglesia.
Al concluir su encuentro, emitieron un llamado a la paz «en Ucrania, Oriente Medio y muchas otras partes del mundo» a través de una declaración escrita. La víspera de su muerte, el Papa Francisco había renovado su solicitud para poner fin a los conflictos.
En las discusiones, los purpurados también trataron temas como las finanzas del Vaticano, el escándalo de las agresiones sexuales, la unidad de la Iglesia y el perfil del próximo Papa, aprovechando la oportunidad para conocerse mejor entre ellos.
Además, estas conversaciones enriquecen su reflexión de cara al voto final en la Capilla Sixtina, donde se encuentran ante el majestuoso fresco del Juicio Final, pintado por Miguel Ángel en el siglo XVI, y todo se lleva a cabo a puerta cerrada.
«Existen candidatos que, por así decirlo, son naturales, aquellos que ya son conocidos por su rol y su personalidad. Luego están quienes intervienen y hacen que uno se detenga a pensar. Es una frase contundente. Pero no hay ninguno que ‘aplaste’ a los demás, ninguno del que se pueda concluir: ‘Será él’«, afirmó Vesco.
Con información de | listindiario.com
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