La promesa de una ciudad segura, junto con la modernización y el aseguramiento de servicios básicos, ha quedado en el olvido en el desarrollo habitacional Ciudad Juan Bosch, situado en Santo Domingo Este, lo que ha generado gran malestar entre sus habitantes.
Durante años, la inquietud por la contaminación del agua que consumen ha sido un problema para los residentes de esta localidad.
A esto se añaden un servicio de transporte deficiente, cortes de electricidad frecuentes, escasa cobertura telefónica y un sistema de drenaje ineficaz.
Estas son algunas de las inquietudes que enfrentan a diario quienes, con la esperanza de mejores condiciones, decidieron mudarse a este proyecto de viviendas.
“Cada día el agua llega más sucia, como si tuviera barro. Resulta imposible ducharse con eso ya que puede causarnos alergias o problemas dermatológicos”, comentó Ignacia Gutiérrez, quien vive en uno de los apartamentos de la ciudad, señalando que tiene que comprar agua embotellada para su higiene personal.
Del mismo modo, Patria Moreta destacó que en ocasiones el agua se interrumpe para luego regresar aún más contaminada con residuos peligrosos provenientes de las tuberías.
“No sé qué hacer, porque cuando parece que se va a resolver el problema, el agua se retira y al regresar está más sucia y huele mal, como si fuera agua estancada,” expresó con frustración.
DOLOR DE CABEZA
El agua, que debería ser un recurso valioso para la comunidad, se ha transformado en un verdadero problema para aquellos que, día tras día, sufren por la contaminación que este líquido arrastra, sin obtener ninguna solución de parte de la Corporación de Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo (CAASD).
El líquido que llega a las viviendas de Ciudad Juan Bosch está lleno de señales de tuberías sucias, mezcla de tierra, mal olor y una evidente falta de atención en su purificación, según afirman sus residentes.
POCA SEGURIDAD
Hace algunos años, los vecindarios estaban contentos con la vigilancia policial constante, pero esa paz ha desaparecido y lo que debería ser un área segura se ha vuelto un lugar descuidado por las autoridades.
La seguridad en esta apreciada ciudad, que alberga aproximadamente a 32,515 habitantes, era respaldada por policías en bicicletas, camionetas, drones y patrullas aéreas, según un informe titulado «El ejercicio de priorización de territorios (y sus áreas de influencia) para la localización de los Centros Ciudad Mujer (CCM)», elaborado por el Gobierno de la República Dominicana, utilizando información del censo del Sistema Único de Beneficiarios (Siuben).
«Al trasladarme hace aproximadamente seis años, la policía solía patrullar cada diez minutos o incluso menos; por las noches ponían en funcionamiento los drones, los agentes aéreos y algunos de ellos se desplazaban en camionetas. Durante las horas del día se movían en bicicleta y la calma reinaba, pero ya a la Policía Nacional no le interesa Ciudad Juan Bosch», comentó José Moreno.
Moreno estaba en el área cuando se le realizó la entrevista. Comentó que dejó de residir allí porque se mudó a otro lugar debido a la inseguridad.
La ciudad, que debería estar bajo la protección de la Policía Nacional, está abandonada, lo que genera miedo en los habitantes, comentó.
APAGONES FRECUENTES
Los residentes de Ciudad Juan Bosch se quejan de apagones que superan las 6 horas y tarifas eléctricas elevadas. Ellos se trasladaron a este lugar esperando contar con suministro eléctrico las 24 horas, tal como se les había prometido.
Frustrados por el incumplimiento de las promesas y la falta de eficacia de la Empresa Distribuidora de Electricidad del Este (Edeeste), los ciudadanos expresaron su decepción y sensación de engaño respecto a este desarrollo inmobiliario.
“Me mudé aquí con la ilusión de tener electricidad todos los días para evitar tener que invertir en un inversor y pasar noches a oscuras, pero veo que lo que prometieron de energía continua era falso, ya que se va la luz durante todo el día y llega por la noche como si fuera un arbolito,” comentó Maribel Rodríguez, quien vive en la ciudad desde hace más de 6 años.
La intermitencia del suministro eléctrico (llamada arbolito) es un problema recurrente en esta área, y las quejas a las autoridades son frecuentes; sin embargo, estas parecen ignorar los reclamos.
SIN SEÑAL DE TELEFONÍA
La cobertura telefónica en Ciudad Juan Bosch es muy limitada. Los residentes solo pueden comunicarse desde los balcones de sus apartamentos, lo que los mantiene desconectados.
Mónica Valdez mencionó que al entrar a su cuarto en el cuarto piso, se queda sin señal de internet o teléfono. A veces se ve obligada a salir a la sala o la cocina para poder hablar con su familia.
“No puedo acostarme en mi cama mientras utilizo el celular porque la señal es inexistente. Desconecté el internet de casa porque no funcionaba, y usar paquetes de datos es aún peor, porque he tenido que pararme incluso en la galería para recibir internet y ni así a veces lo logro,” indicó.
TRANSPORTE INADECUADO
El sistema de transporte en la ciudad es operado por la Operadora Metropolitana de Servicios de Autobuses (OMSA), la cual ha sido objeto de quejas por parte de los usuarios desde hace más de un año, debido a la mala calidad del servicio y las largas esperas en las paradas.Moreno estaba en el área cuando se le realizó la entrevista. Comentó que dejó de residir allí porque se mudó a otro lugar debido a la inseguridad.
La ciudad, que debería estar bajo la protección de la Policía Nacional, está abandonada, lo que genera miedo en los habitantes, comentó.
APAGONES FRECUENTES
Los residentes de Ciudad Juan Bosch se quejan de apagones que superan las 6 horas y tarifas eléctricas elevadas. Ellos se trasladaron a este lugar esperando contar con suministro eléctrico las 24 horas, tal como se les había prometido.
Frustrados por el incumplimiento de las promesas y la falta de eficacia de la Empresa Distribuidora de Electricidad del Este (Edeeste), los ciudadanos expresaron su decepción y sensación de engaño respecto a este desarrollo inmobiliario.
“Me mudé aquí con la ilusión de tener electricidad todos los días para evitar tener que invertir en un inversor y pasar noches a oscuras, pero veo que lo que prometieron de energía continua era falso, ya que se va la luz durante todo el día y llega por la noche como si fuera un arbolito,” comentó Maribel Rodríguez, quien vive en la ciudad desde hace más de 6 años.
La intermitencia del suministro eléctrico (llamada arbolito) es un problema recurrente en esta área, y las quejas a las autoridades son frecuentes; sin embargo, estas parecen ignorar los reclamos.
SIN SEÑAL DE TELEFONÍA
La cobertura telefónica en Ciudad Juan Bosch es muy limitada. Los residentes solo pueden comunicarse desde los balcones de sus apartamentos, lo que los mantiene desconectados.
Mónica Valdez mencionó que al entrar a su cuarto en el cuarto piso, se queda sin señal de internet o teléfono. A veces se ve obligada a salir a la sala o la cocina para poder hablar con su familia.
“No puedo acostarme en mi cama mientras utilizo el celular porque la señal es inexistente. Desconecté el internet de casa porque no funcionaba, y usar paquetes de datos es aún peor, porque he tenido que pararme incluso en la galería para recibir internet y ni así a veces lo logro,” indicó.
TRANSPORTE INADECUADO
El sistema de transporte en la ciudad es operado por la Operadora Metropolitana de Servicios de Autobuses (OMSA), la cual ha sido objeto de quejas por parte de los usuarios desde hace más de un año, debido a la mala calidad del servicio y las largas esperas en las paradas.
«Me siento frustrado por la cantidad de tiempo que nos hacen esperar en las paradas. Durante las horas pico, la espera puede llegar a ser de hasta una hora, y es precisamente en esos momentos cuando deberían estar enviando más autobuses, pero parece que aprovechan esas horas para descansar», comentó Rubén Mateo, quien utiliza el servicio diariamente y experimenta retrasos en su camino al trabajo por la tardanza del autobús por la mañana.
La carrocería está en mal estado, los asientos están sucios y, en ocasiones, se desprenden, no hay aire acondicionado y las ventanas están cerradas. Estas son algunas de las quejas de quienes diariamente utilizan el transporte OMSA que va desde Ciudad Juan Bosch hasta la avenida San Vicente de Paul.
Cada una de estas situaciones que afectan a la ciudad se presenta de manera continua y ha ocasionado malestar y ansiedad en las familias.
Con información de | listindiario.com
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