No es ciencia ficción: algunas esporas de hongos tienen la asombrosa capacidad de viajar a más de 30 kilómetros de altura, resistir radiaciones extremas, soportar temperaturas gélidas y enfrentar la escasez de oxígeno. Al regresar a la Tierra, pueden incluso revivir.
Este descubrimiento, que parece sacado de una serie como *The Last of Us*, ha sido presentado por un grupo de científicos suizos en la reciente conferencia de la Unión Europea de Geociencias celebrada en Viena.
Dirigido por el físico Jérôme Kasparian de la Universidad de Ginebra, el estudio revela que las esporas de hongos se recogieron en la estratósfera, una región de la atmósfera que comienza a unos 10 kilómetros sobre la superficie terrestre y donde las condiciones son extremas para cualquier forma de vida. A pesar de la intensa radiación solar, el frío extremo y la falta de oxígeno, los investigadores lograron cultivar algunas de estas esporas una vez que regresaron a nuestro planeta.
Esporas en las nubes
Las esporas, que funcionan como semillas para los hongos, fueron recolectadas utilizando un dispositivo casero y liviano que los científicos colocaron en globos meteorológicos. A altitudes tan elevadas, las temperaturas pueden descender a decenas de grados bajo cero, y la radiación solar, sin el filtrado de la capa de ozono, resulta extremadamente potente. A pesar de esto, cuando el aparato aterrizó con las muestras, los investigadores fueron capaces de cultivar algunas de esas esporas en el laboratorio, tal como explica la revista de divulgación científica *Science. org*.
El sistema de recolección, que se activaba automáticamente a una altura específica, permitía capturar las partículas mediante pequeños brazos giratorios. Después de cada vuelo, los dispositivos regresaban a la Tierra en paracaídas.
Durante cinco vuelos, los científicos identificaron esporas de 235 tipos distintos de hongos, algunos de los cuales son conocidos por infectar cultivos como moras y zanahorias. Entre ellos se encuentra el *Naganishia albida*, un hongo que puede poner en peligro la salud de personas con un sistema inmunológico débil. Aunque muchas de las esporas no lograron germinar, al menos 15 especies fueron revividas y cultivadas en el laboratorio.
Supervivencia de organismos
Este hallazgo plantea preguntas fascinantes sobre cómo los organismos pueden sobrevivir en condiciones extremas y su capacidad para cruzar continentes a través de la atmósfera.
Según el aerobiólogo Carsten Ambelas Skjøth de la Universidad de Aarhus, este descubrimiento es fundamental para comprender la propagación global de patógenos que afectan tanto la salud humana como la agricultura.
Lo más relevante de este estudio es que los investigadores lograron recuperar hongos de la atmósfera y cultivarlos con éxito. Esta hazaña es esencial para comprender la propagación de patógenos en las plantas a nivel mundial, según explicó Skjøth.
En adelante, los científicos tienen planes de continuar con sus vuelos para analizar cómo las esporas de hongos pueden variar según la temporada o después de eventos naturales como incendios forestales y erupciones volcánicas, los cuales tienen el potencial de llevar esporas hasta la estratósfera.
Este avance no solo desafía los límites de la biología y la ecología, sino que también marca el inicio de un ambicioso proyecto: establecer una red de vigilancia atmosférica que ayude a prevenir la difusión de hongos dañinos antes de que causen estragos en la salud y la agricultura a nivel global.
Con información de | diariolibre.com
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