Al menos 114 personas han muerto y más de 200 han resultado heridas por un incendio esta madrugada en la sala donde se festejaba una boda en la provincia de Nínive, en el norte de Irak, mientras que el Ministerio de Salud del país ha indicado que la situación está «bajo control».
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«El número de muertos es de 114 y hay más de 200 heridos», ha declarado a la prensa el gobernador de Nínive, Najm al Yubori, sobre las consecuencias del incendio, que según las investigaciones preliminares de la Defensa Civil habría sido provocado por el uso de fuegos artificiales en el interior de la sala donde se celebraba una boda cristiana a la que habrían acudido unas 600 personas, según fuentes presenciales consultadas por la Agencia EFE.
Por su parte, el Ministerio de Salud iraquí ha indicado que «la situación está bajo control» y que está empleando «todas sus capacidades» para atender a los heridos, mientras que el primer ministro del país, Mohamed Shia al Sudani, ha ordenado a todos los departamentos que se movilicen para atender a los afectados de este «accidente», según un comunicado de su oficina.
Materiales altamente inflamables
De acuerdo con la Defensa Civil, la sala de la boda estaba cubierta de paneles de plástico Ecobond «altamente inflamables» cuyo uso en este tipo de construcciones constituye «una violación de las instrucciones de seguridad», mientras que la instalación carecía de sistemas de alarmas y de extinción de incendios.
El incendio tuvo lugar en la zona de Al Hamdaniya, al este de la ciudad de Mosul, «se propagó muy rápidamente» y provocó «el colapso de partes de la sala de la ceremonia», construida con «materiales de bajo coste que se derrumbaron en cuestión de minutos». Asimismo, la quema de los paneles de plástico causó la emisión de «gases tóxicos» que también dejaron heridos y muertos por asfixia, entre ellos mujeres y niños.
En Irak son habituales los incendios en instalaciones, especialmente con el aumento de las temperaturas del verano y debido a la falta de mantenimiento y al pobre estado de la infraestructura de un país que todavía está en proceso de reconstrucción tras décadas de guerra y violencia sectaria. El incendio más mortal de los últimos años ocurrió en julio de 2021 en un hospital de Nasiriya, en el sur del país, donde murieron 60 pacientes de coronavirus, una tragedia que desencadenó protestas populares para pedir que los responsables de la negligencia fueran llevados ante la Justicia.
Tres días de luto nacional
El primer ministro de Irak, Mohamed Shia al Sudani, ha declarado tres días de luto en todo el país tras el incendio. Asimismo, el gobernador de la región de Nínive, Najm al Yubori, también ha declarado una semana de duelo en la provincia, y ha ordenado a todos los departamentos que realicen un minuto de silencio el jueves, además de pedir a las autoridades religiosas de la región que recen por las víctimas, según un comunicado.
La misión de Naciones Unidas en Irak ha calificado el incendio de «una inmensa tragedia», y asegura que su personal está «conmocionado y dolido por la horrible pérdida de vidas», al mismo tiempo que ha trasladado el pésame a los familiares de los fallecidos por medio de un comunicado.
Con información de | RTVE
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