La Semana Santa en la República Dominicana no solo es un momento de descanso, sino también una ocasión para el reencuentro familiar. Durante este periodo, muchas personas dejan atrás las grandes ciudades para reunirse y compartir con sus seres queridos, fortaleciendo así la unidad y la cercanía familiar.
Este tiempo de asueto representa un alivio en la intensa vida cotidiana del dominicano, brindando un respiro a miles de trabajadores.
Sin embargo, también es importante mencionar que esta temporada se ve afectada por preocupaciones, como los accidentes de tránsito y sus trágicas consecuencias.
Una Santo Domingo Vacía
Durante estos días, el tráfico en Santo Domingo se transforma en un paisaje casi paradisíaco, con amplias avenidas que permanecen tranquilas y casi vacías. Calles que normalmente son sinónimo de congestión, como la John F. Kennedy, la Abraham Lincoln y la Winston Churchill, ahora gozan de calma. El silencio reina en la capital, alejando el bullicio habitual de bocinas y motores, convirtiéndola en una ciudad ideal para quienes buscan un momento de paz.
Paradas de Autobuses A repletas de Familias
Los días previos a la Semana Santa, las paradas de autobuses se llenan de familias ansiosas por regresar al interior del país y reencontrarse con sus seres queridos. Con maletas de diferentes tamaños y sonrisas en el rostro, la emoción se palpa en el ambiente.
Para asegurar la seguridad en los cientos de viajes que se realizan, las autoridades han comenzado a realizar pruebas de alcoholemia a los conductores. Un agente, al mediodía, informó que de las 400 pruebas realizadas, ninguna resultó positiva, lo que es una buena señal para todos.
Con información de | diariolibre.com
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